Los sofás modulares son una tendencia que desde hace rato se encuentra acaparando el mercado del diseño interior. Su versatilidad hace de ellos el complemento ideal para cualquier salón, sin importar el estilo que desees imprimir.
¿Estás remodelando tu sala de estar? O, quizá solo quieres darle a tus estancias un aire diferente. No importa cuáles sean tus necesidades, al adquirir un juego de sofás modulares estarás obteniendo un universo lleno de nuevas posibilidades para darle el toque que tanto anhelas a tus espacios.
Como sabemos que necesitas estar al día con las tendencias que están marcando las pautas para la decoración de tu hogar, hoy te contaremos qué son los sofás modulares y cómo combinarlos. Quédate junto a nosotros y prepárate para conocer la mejor manera de ambientar tus estancias.
¿Qué son los sofás modulares?
Los sofás modulares son un juego de muebles que se componen por dos o más piezas. Tal como su nombre lo indican, lo que define a este tipo de sofás es que han sido fabricados por módulos. Es decir, cada pieza es un módulo distinto, por lo cual pueden combinarse de distintas maneras creando diversos estilos a partir de un mismo juego.
Lo mejor de todo es que no solo son versátiles, sino que además suelen ser extremadamente cómodos, resistentes y funcionales. Por lo que podrán adaptarse a cualquier espacio, incluso si tienes niños, mascotas o decides ubicarlos en espacios de trabajo.
¿Cómo pueden combinarse los sofás modulares?
Encontrar la combinación perfecta para nuestros sofás modulares depende de una serie de factores, como la dimensión de nuestros espacios, los distintos tipos de muebles y por supuesto, los colores y las texturas de cada una de nuestras piezas ¿quieres conocerlos mejor? ¡No te despegues de nosotros! A continuación te lo contaremos todo con todo lujo de detalles...
Los tipos de módulos
Como podrás leer en este artículo de ElMundo.es, un juego de sofás modulares se compone por módulos distintos y estos muchas veces deben comprarse por separado. Lo primero que debes hacer es tomar en cuenta las dimensiones de los espacios en los que planeas ubicar tu sofá, así sabrás cuantos módulos necesitarás para ambientarlos a la perfección.
Posteriormente deberás seleccionar los tipos de módulos que deseas adquirir. Existen 4 tipos distintos, estos son: los módulos básicos, que son aquellos que no poseen brazos y suelen ubicarse entre los otros tipos.
Después podremos encontrar a los módulos con brazos, sus características hacen de estos muebles los componentes ideales para ser situados en las esquinas.
A estos les sigue el módulo conocido como la rinconera, por lo general esta se ubica en el centro de nuestra composición y su función es determinar la forma que tomará nuestro juego, puede ser en forma de L si es para espacios pequeños, o en forma de U para espacios más amplios.
Finalmente les sigue módulo chaise longue, se trata de un módulo más alargado que los anteriores. Es por ello que normalmente al elegir uno de estos el número de los componentes para completar nuestro juego se ve reducido debido al gran tamaño que posee el mismo.
Los tamaños
Aunque cada tipo de módulo tiene sus características propias, los tamaños pueden variar según el fabricante. Para combinar tus sofás modulares de manera acertada las dimensiones de tus muebles deben compaginarse. Ya que esto te permitirá crear un sinfín de combinaciones y te ofrecerá una mayor comodidad.
Colores y texturas
¡Olvídate de elegirlos todos iguales! Aunque comprar todos tus módulos de un mismo color es jugar a lo seguro, te contamos que esto no es lo que se encuentra en tendencia actualmente.
Atrévete a jugar con las tonalidades y los estampados, si quieres crear un espacio elegante siempre podrás optar por unos clásicos blanco y negro. Mientras que si buscas diseñar una atmósfera mucho más creativa podrás imprimir tu sello al experimentar con diversos colores e incluso añadir elementos como las rayas o formas geométricas en tu juego modular.
Por otro lado, al contrario que con los colores, te recomendamos escoger muebles que posean la misma textura. Elegir materiales resistentes, lavables y cómodos es siempre una buena decisión. Sobre todo si se trata de espacios en los que conviven familias numerosas, mascotas o grandes grupos de trabajo.
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